~Antoñeta Bernardino Anguita~
Azules, hermosos campos
de mar y viento,
que aviváis mi sed de trigo,
trino, fuego.
Habíanse perdido todas las mañanas
que traían dulces aromas del Día,
qué día,
El día en que fuimos a buscar
un caballo salido de las profundidades subterráneas,
El hermoso día nos trajo Sol y Aliento,
dónde íbamos a caer,
tú eres dueño de mi destino.
Texto © Mª Antoñeta Bernardino Anguita. Todos los derechos reservados.